Me llamo Paltiel

Me llamo Paltiel, hijo de LayiŠ, de Gal.lim, de la tribu de Benjamín. Pero nadie me llama Paltiel, sino Paltí.

Yo y toda mi hacienda somos de Yahveh, dios de mi pueblo, Israel, el más poderoso de los pueblos gracias a Yahveh, el más poderoso de los dioses, mucho más poderoso que los dioses extraños. Yo y todo mi cuerpo somos de Yahveh. Mis ojos son de Yahveh, así sólo vean lo que Yahveh me enseñe. Mis labios son de Yahveh, así sólo digan lo que Yahveh quiera. Mis oídos son de Yahveh, así sólo oigan lo que Yahveh le diga. Mis manos son de Yahveh, así sólo hagan lo que Yahveh les pida.

Mi mujer, Mikal, es hija de Saúl, que fue ungido de Yahveh y fue mujer de David, hijo de Jesé, un efrateo de Belén, de la tribu de Judá que fue rey de Judá y ahora es rey de Israel.

David, hijo de Jesé, el belemita fue una vez un héroe de Israel, cuya hazaña más destacable fue vencer a un guerrero filisteo llamado Goliat. Tras una de sus muchas matanzas quiso comprar a la hermana mayor de Mikal, Merab, por doscientos prepucios de filisteos, pero el rey Saúl dijo que no le daría a Merab, aunque, si así lo deseaba, podía tomar a la menor de sus hijas, Mikal, mi mujer y David dijo “Así sea”.

Mikal es ahora feliz conmigo. Es feliz por primera vez, porque David nunca la hizo feliz, pues a quien quería era a su hermana y por esto le odió Saúl, el ungido de Yahveh, padre de Mikal y tuvo el belemita que huir de su ira y para escapar amenazó a Mikal con matarla, porque ella quería entregarlo a su padre.

En mi casa no se habla del rey David, no nos es grato. David se casó con otras mujeres y nunca volvió a dirigir palabra a Mikal y por eso Saúl, el ungido de Yahveh me la entregó a mi, porque sabía que yo la haría feliz.



Mikal es el viento que mueve mi molino, el río que me trae peces, la tierra que me da frutos y la simiente que aumenta mi ganado. Odio infinitamente a David y a todo Judá porque uno de ellos la hizo daño y amo infinitamente a Benjamín y a toda su descendencia por haberla dado vida.

Mi casa, que es de Yahveh, está en Gal.lim. Aquí trabajo la tierra y aquí conozco a Mikal cada noche y ambos dormimos dentro o fuera de la casa según nos de Yahveh buen o mal tiempo y aquí caminamos de un lado a otro en nuestros momentos de ocio y descubrimos nuevos lugares e inventamos historias que nos contamos por la noche. Aquí todos los días son iguales y todos los días son una bendición de Yahveh.

Mi pueblo no es grande, pero ni mucho menos pequeño. Todos los vecinos son temerosos de Yahveh y todos los vecinos nos ayudamos entre nosotros cuando tenemos dificultades. Todos me quieren a mi, pero sobre todo, todos quieren a Mikal.

De vez en cuando pasa por Gal.lim algún extranjero y, a veces, somos nosotros, Mikal y yo, los que le damos alojamiento. Hoy veo a dos extraños viniendo hacia mi casa. Vendrán a pedirme casa y alojamiento y reposo para sus monturas y, si son circuncisos, Mikal y yo seremos hospitalarios como Yahveh nos ha ordenado. Los extranjeros aun están lejos, pero el sol sobre sus cuerpos me deja ver que llevan metal. Quizá sean soldados, acaso sean comerciantes. Según se van acercando empiezo a adivinar sus rostros y a vislumbrar armas. Son soldados, dos soldados que por algo estarán aquí. Ya casi están a mi altura.

-¿Es aquí donde vive Mikal, hija de Saúl?

-Aquí vive. Es mi mujer.

-No es tu mujer, es del rey David y quiere que le sea devuelta.



David. Perro David. Yahveh le haga esto y esto otro si se atreve a quitarme a Mikal y le añada también esto si se atreve a tocarla.

-Mi mujer no está aquí, está en el mercado. Id allí a buscarla.

Desde dentro de la casa se oye:

-¿Quién es, Paltí?

-Nadie. No salgas. –Volvime hacia los soldados.- Es hija de Mikal y mía.

-Hazla salir, queremos verla.

-No puede, porque es tullida de pies.

-Entonces entraremos.

-No podéis, porque ahora no está cubierta.

-Entonces entraremos con más motivos.

Pero no hace falta, porque ahora Mikal se asoma.

-Tu hija es muy mayor para ser tu hija. Nos has mentido a nosotros y has mentido al rey. Caerá pena sobre tu pueblo. Ahora ha de venir con nosotros.

Mikal, que lo oye, palidece. Uno de los soldados la mete en una jaula improvisada que arrastran sus monturas y se ponen en marcha. Yo protesto en vano:

-Pero David no la ama. David amaba a su hermana mayor, Merab.

-Mientes, benjaminita. David amaba a Mikal y por eso la quiere de regreso.

-Pero el buen rey Saúl, ungido de Yahveh le quitó a su hija por su indiferencia hacia ella.

-El rey David ha dicho que Saúl le odiaba por envidia de sus hazañas y porque cantaban “Saúl mató sus millares y David sus miríadas” y así ha sido escrito.

-Eso es falso. Incluso la amenazó de muerte cuando huyó al exilio.

-Mikal le ayudó porque estaba enamorada. ¿No es así Mikal? Así se ha escrito.



Pero Mikal no responde, no puede porque no deja de llorar mientras me acaricia a través de los barrotes de su prisión rodante.

-Mikal, mi vida, mi descanso.

Pero Mikal no responde, no puede porque no deja de llorar mientras me acaricia a través de los barrotes de su prisión rodante.

No vuelvo a abrir la boca a Mikal, sólo recuerdo, recuerdo toda mi rutina durante el camino. Recuerdo como la despierto a besos y como la digo: “Buenos días, poema” y recuerdo como comemos juntos y recuerdo como dormimos bajo las estrellas cuando Yahveh nos da buen tiempo y como dormimos, acurrucados bajo nuestras túnicas cuando hace mucho frío.

Recuerdo los hitos de nuestra relación. Recuerdo todo del día en el que Saúl me la entregó, como iba vestida, como olía, cada movimiento y cada palabra. Recuerdo como me habló durante una noche entera y al final confesó que era tan hermoso que sólo quería enamorarme y llevaba intentándolo desde que empezó a hablar. Y cuanto se reía cuando la dije: “Era tuyo con el hola”.

Recuerdo cuando me quedaba dormido entre la pradera de sus ojos o cuando me perdía en el infierno de su pelo y no salía hasta la mañana siguiente.

Recuerdo cada uno de los rituales que hacía cuando se levantaba, como se estiraba, como se vestía y se aseaba, siempre del mismo modo hermoso. Recuerdo cada uno de los guiños, juegos, respuestas que habíamos creado tras tanto tiempo. Recuerdo toda una vida con Mikal y no puedo recordar más atrás del día que la conocí. Es tiempo fútil. Es tiempo antes de que la reconociera sin necesidad de atuendos, antes de que viera sus caderas, o la forma de su vello púbico o la textura de sus pezones, de sus pezones inmensos, casi tan grandes como su pecho, pequeño y turgente.



Te llevan, Mikal. Te me llevan. Los celos que tenía de tus otros amantes, mis celos con el pasado de los que tanto te reías aparecen ahora justificados.

¿Por qué ha de morir hoy el mundo tuyo, el mundo amado, el mundo que no me habría dado Yahveh ni con todo su poder? ¿Por qué pierdo hoy tu pelo, que es tan negro como noche sin luna?

Yahveh, buen Dios, no dejes que estos hombres malditos se lleven las caricias, las sonrisas, las llamadas, las ganas de levantarme y aun más de acostarme, no dejes que se lleven sus gestos, ni su voz ni su cuerpo. Por favor, por favor.

Yahveh, no vuelvas a concederme jamás nada, ni a mi ni a toda mi tribu. Ni siquiera a todo mi pueblo si hace falta, rompe la alianza si hace falta, pero no dejes que Mikal se vaya de mi, no me hagas esto.

Yahveh, te amaré como el más ferviente de tus siervos si dejas a Mikal conmigo, si dejas que mi vida siga el curso que ha seguido desde que conocí a Mikal, Yahveh, seré tu aliado más voluntarioso, pero no te lleves a Mikal con David.

Yahveh, haz esta caricia perpetua, Yahveh, haz lo que sea, hazme lo que sea, pero no dejes que Mikal se vaya de mi. Detén el sol donde está como ya hiciste. Haré lo que sea necesario. Te sacrificaré todo mi ganado, incluso a mi propio hijo si alguna vez lo tengo, pero detén estas monturas y fulmina estos soldados. Castígame a mi, hazme llagas, hazme ciego o sordo o empobréceme.

Yahveh, ¿Por qué no me estás escuchando? ¿Por qué no evitas que se la lleven? ¿Por qué qué no demuestras tu poder bajando tu mano y rompiendo su jaula y fulminando a estos soldados?



Nos acercamos a Bajurim y uno de los soldados lleva tiempo mirándome. Entonces abre su boca y me dice: “Anda, vuélvete”.

Yo paro en seco, con calma, con furia, con vergüenza y espanto, sin una traza de olvido. Mikal se estira para alargar la caricia un instante más, hasta que ya no llega a mi. No deja de llorar, no pronuncia palabra, sólo se lamenta de su suerte maldita. De nuestra suerte maldita.

Los soldados se pierden dentro de Bajurim y con ellos Mikal. Yo doy la vuelta y emprendo el camino a casa, solo esta vez, absolutamente, pues ni Yahveh parece estar conmigo. ¿Qué voy a hacer sin Mikal? ¿Cómo voy a dormir esta noche y la noche que sin Mikal? ¿Para qué voy a dormir esta noche y la noche que sigue sin Mikal?

Maldito sea el rey David. Maldito sea por siempre él y todos los de la tribu de Judá, así sean perseguidos y aniquilados en masa, así sean expulsados de todo lugar, así sean odiados por ser de la tribu de Judá, así se creen máquinas gigantescas sólo para su aniquilación, así no puedan vivir en paz por los siglos de los siglos. Todo el pueblo de Gal.lim odiará por siempre a David.

Maldito sea Yahveh, dios sordo y austero que no se preocupa de sus siervos.

Maldito sea por siempre Yahveh y todo lo que cree. Ojalá Yahveh pueda tener hijos y tenga un hijo y le traicione y tuerza todas sus obras.

Ya no debo nada a Yahveh. Ahora mis ojos me pertenecen y verán lo que tengan delante y mis oídos me pertenecen y oirán lo que tengan alrededor y mis labios me pertenecen y dirán lo que me venga en gana. Así mis manos trabajen según las mande. Así dejen de ser las manos de Yahveh y sean las manos de la tierra.

Cuatrivial. Lluvia azul.

Lucía baila ritmos tribales bajo la lluvia, la única música cuyos autores resisten el aguacero, la de los chicos que no huyen de las gotas.

Lucía baila ritmos triviales, gramáticos, retóricos, dialécticos.

El cuerpo de Lucía adopta formas indescriptibles, imposibles de definir con ecuaciones matemáticas, con aritmética o geometría. Formas cercanas a la astronomía, todas ellas provocadas por la música.

Donde baila Lucía sólo se oye el tam tam de la lluvia y el repiquetear de los tambores, el caer de las notas y el sonar de las gotas.

Lucía baila desnuda bajo la lluvia. Baila para un chico y baila para que no pare la música y para que no pare la lluvia. Baila la danza de la música al son de la lluvia.

Lucía baila moviendo su cadera, empapándose de música, siguiendo el ritmo de la lluvia.

Nadie les para, los necios a los que les molestan las mujeres bailando desnudas huyen de la lluvia, así que no pueden meter su nariz peluda en el asunto. Lucía sigue bailando mientras la lluvia sigue sonando. Después se viste a su pesar y va a bailar a la cama del chico, esta vez sin lluvia. Pero cae música de sus hombros, por donde resbala su media melena.

El absurdo

Marco y Polo están hartos de discutir por la misma chica. Hartos de ponerse bombas bajo el asiento, de ponerse jeringuillas con VIH, de lanzar piedras a la cabeza en un callejón, de envenenar sus cigarros, de mostrarle al otro burros comiendo higos.

Nadie les ha matado, pero no será por falta de voluntad e intentos.

Marco y Polo han pactado: Obtendrá el amor de Sara aquel que más viva en una prueba última: Meterse en una cámara hermética y llenarla de Gas Sarín.

Así lo hacen. Ambos entran, se enganchan un monitor médico que mida las pulsaciones y la presión y aguantan la respiración lo más que pueden. Veinte segundos, treinta.. se juegan mucho. Antes del minuto Marco cede. Empieza a respirar muy a su pesar. Enseguida lo hace con más dificultad. Cuando Polo empieza a respirar él ya no puede aguantar el aire: Le cuesta demasiado respirar. Pronto empieza a sudar.
Mientras, Polo, orgulloso, le mira, creyéndose victorioso, pero pasa poco tiempo hasta que empiece a respirar con dificultad.

Cuando Polo vuelve a mirar a Marco este mira al suelo, con el cuello torcido y temblando, con fuertes convulsiones. No deja de babear. Él empieza a babear y a sudar también sin controlarlo. Las convulsiones empiezan a aparecer.

Marco tiembla sin control. Cuando quiere darse cuenta ve a Polo en una situación parecida. Polo ya no puede verle, porque se le ha obscurecido la visión. El monitor de Polo suena de continuo. Marco sonríe como puede: Ha ganado. El amor de Sara es suyo. Apenas unos segundos después, muere él también.

A Sara ni siquiera le importa: Sólo eran unos chicos que compartían facultad con ella.

¡Despierta!

Ahora acaricio tu frente con este trapo cuando ayer acariciabas mi pecho sin ningún instrumento.

Ahora parece que sonríes, parece que me miras y respiras hondo cuando ayer no parabas de reirte, no parabas de mirarme y me encantaba oir tu respiración junto a mi nuca.

Ahora, tumbado, estás precioso, ahora, tumbado, sigues siendo mi niño lindo. Ayer, también tumbado, pero sobre mi, me lo llamabas tu.

Ahora limpio tu pecho con mis manos cuando ayer lo ensuciaba con el sudor del mío.

Ahora busco tus manos cuando ayer tenía que luchar por que las apartases.

Ayer me perfumaba para ti, incluso hoy lo hice, pero ahora también te perfumo para mi.

Ayer me gritabas que me querías. Ahora, en tu boca, hay un silencio perpetuo y oigo el eco de la palangana y la esponja en esta sala infinita.

Ayer te quitaba la ropa y, mirame ahora, poniéndotela.

Ayer me encantaba cuando abrías los ojos y volvías a ser para mi en cuerpo y alma, pero ahora te los estoy cerrando.

Descansa en paz, dulce príncipe.

Bestiario(14) ۩۞۩ Demonios ۩۞۩

Los demonios son invisibles, pero se notan, se notan en el aire y en el cielo. No necesitan cambiar de forma, están ahí.

Hay demonios en todas partes. Hay demonios todo el rato. O casi todo. Y a veces ninguno.

Los demonios esperan bajo la cama y le roban el calor. Por eso, al entrar en las sábanas están frías. Pero pronto se meten en ella y violan a su inquilino en pesadillas. Por eso el calor de la cama sube tan pronto por la noche. Por eso la cama es tan aterradora a la hora de entrar.

Los demonios se aburren pronto, por eso por la mañana se van. Esperan levantados. Por eso, por la mañana, fuera hace calor, pero dentro hace frío, mucho frío. Por eso, a veces, da tanto miedo levantarse.

Los demonios se agolpan en algunos lugares, en algunos nombres, en algunas canciones y momentos. Y tienen horribles intestinos. Y olvidan sus dentaduras en cafetera. Y lloran de vergüenza y espanto.

Bestiario(13) ۩۞۩ Poesía secreta ۩۞۩

La poesía secreta es un cuerpo secreto de vigilancia designado para procurar que nadie intente pasar una acción rapsódica como prosaica, ya sea en el momento de la acción o en la posterior narración.

La poesía secreta es, como su propio nombre indica, poesía. Sólo lo componen poemas, pero no grandilocuentes, ninguna oda a excelsos muros, ni una torre coronada ni gallardas majestades ni reyes de Andalucía. La poesía secreta está formada por los poemas más grandes y más discretos. Quizá barcos sobre la mar o caballos en la montaña, acaso cisnes de fieltro que observan el devenir con ojos oceánicos.

O incluso podría ser un hombre gris, tras gafas de sol y corbata, quizá incluso con pistola. Quizá en una bata. O un hombre gordo y barbado que no se da cuenta de que está abandonado, en su habitación, encerrado, de hedor rodeado, sempiterno ante el ordenador.

Así parece que la poesía secreta o es contraria o es discreta para que nadie sospeche estar delante de la poesía secreta.

O quizá, como discurre Domingo* entre una y otra testuz, la mejor manera de pasar desapercibido es mostrarse a la luz y quizá este cuerpo ande ocultado en el de algún poema, o de una estrella de supermercado.
Quizá en una investigación desaparezcan antes y parezcan viajantes.

Quizá...

La poesía secreta es a la vez verdugo y juez. Se encarga de castigar a quien lo merece, principalmente poniéndole como multa la orden de que escriba unos versos, quizá trece, o poesía de mercadillo, o si la falta ha sido muy sonada, unos sonetillos, como mucho caudatos, so pena de caer en el anatema.

*Personaje malvado de El hombre que fué jueves

Bestiario(12) ۩۞۩ El viajante ۩۞۩

El viajante es un hombre pálido, etereo, que siempre carga una sonrisa y siempre enseña su maleta.

El viajante se reencarna en cuerpo de niña adorapingüinos, de brujita con verruga en la nariz, de pequeña bolita-de-pelos pelirroja y borraxa con acento marcado y pinta de ir a comerse un girasol...

Esta investigación, inductiva, se desarrolló sobre una mujer joven con pinta de anciana. Unahada es siempre viajante, pero no todos los viajantes son hadas.

Los viajantes llegan a ti para siempre, así desean establecerse a tu lado, encontrarte sin reducirte, desearte sin poseerte, Decirte sin traicionarse, amarte sin invadirte, guardarte sin devorarte, engrandecerte sin perderte... y se van. Y no vuelven.

Jamás.


(Imagen hecha por mi usando el Garry´s mod)

Bestiario(11) ۩۞۩ Tarántulas ۩۞۩

Muchas veces hemos oido hablar de blancos con alma de negro, hombre con alma de mujer, anciano con alma de niño etc.

La gente atribuye estas características a la personalidad cuando realmente se deben a posesiones.

Del mismo modo, las arañas poseen a algunas personas.

Las tarántulas son, después de los hamsters y antes que los delfines, de los seres más inteligentes de la tierra.

Suelen tomarlos por insectos -que no son, ya que no tienen ocho patas-, confundirlos con hojas, tomarlos por otros seres diminutos, suelen matarlos con pesticidas, torturándolas, ahogándolas, pisándolas, aplastándolas... algunos incluso intentan que se claven la cola tras rodearlas de fuego, pero no suele funcionar.

Las tarántulas tienen dos estadios. Primero el arácnido que todo el mundo conoce, durante el cual se alimenta de todo tipo de animales molestos o absurdos como moscas o grillos. Después buscan a un humano y le toman, entonces pasan a alimentarse de la alegría de prestidigitadores, magos de las palabras, vendedores de arena o cualquier otro tipo de persona admirable.

El humano no puede ser cualquiera. Una tarántula prefiere los cuerpos bajitos y morenos y huye de los cuerpos delgados y los descerebrados. Pero esto son sólo preferencias. Lo que determina que ese cuerpo puede ser tomado es la barbilla. La barbilla ha de ser sobresaliente, dando a la cara forma de luna.

La nutrición de estos seres es idéntica en ambos estadíos, salvando las diferencias entre los alimentos tangibles y los abstractos.

En ambos casos, la tarántula se acerca a su alimento, le observa con cuidado, hace que se le acerque sonriéndole en algun antro obscuro y entonces saca una tela de su espalda con la que le ata a si misma. Al principio esta tela es cómoda, es agradable, y cuanto más te rodea más agradable es. Llega un momento en el que no te planteas salir de ella.

Entonces, ella se va. Te encierra en la tela y se va. Al principio es doloroso, pero no quieres salir. Luego duele menos, pero te mueres de ganas por largarte.

Al final mueres en la tela y tu momia se levanta, pero tu ya estás muerto. Y la gente adora a tu momia, quiere a tu momia porque es una sombra de lo que fuiste, pero tu, desde otro cuerpo, miras el que fué el tuyo y sólo piensas en que estaría mejor si pudieras morir en paz.

Bestiario(10) ۩۞۩ Ilusiones ۩۞۩

Las ilusiones tienen muchas formas externas. Adoptan muchos cuerpos. Algunas tienen forma humana, otras forma semihumana, otras son abstractas. Incluso las hay que se rompen si se piensa en ellas.

Las ilusiones, como todo elemento de este singular, desértico y a veces pobre bestiario, se pasean entre los humanos sin que estos puedan verlas en otra apariencia que la externa y temporal. Las ilusiones se guardan en las cortezas de los árboles y en los corazones de los jóvenes.

Las ilusiones, como la corteza al arbol o el corazón a las personas, dan vida, ayudan a dormir, llenan, alegran, empujan, tiran, mueven.
Las ilusiones evitan caer en la depresión, dan razones para seguir aguantando, son capaces de elevarte como globos. Las ilusiones, a veces, son parlanchinas, a veces son tímidas, a veces tienen ojeras y a veces los ojos azules. A veces tienen dos pechos como sandías y a veces como albaricoques. A veces tocan el piano y hacen caja en una academia, o pasan de blanco y negro a color y dan clase en un supermercado.

Alguna vez la ilusión consiste en encontrar arena bajo la playa y alguna vez se despiertan para verla en Santa Clara. Otras, veces se asoma entre en sol y los trigos.

Pero entonces, cuando las ilusiones te tienen en lo más alto, cuando vas mucho más rápido movido por ellas, cuando la ilusión te dice que todo está bien, entonces muere. Y los globos explotan y una muralla se pone en tu camino. En ese instante, se cae un cacho de una corteza de árbol, se cae un cacho de un corazón, que se repara, y vuelve a repararse, hasta que un día no se repara y ya no admite más ilusiones, y entonces, ya muerto, sólo sirve para latir y mover un cuerpo que ya no quiere moverse. Y es entonces cuando descubres que hubiera sido mejor no tener ilusiones o, al menos, no haber tenido corazón.

Bestiario(9) ۩۞۩ Poemas ۩۞۩

Como pasaba con los vendedores de arena, los poemas no son una especie, sino un título.

Pero antes de seguir con los poemas aclaremos otros asuntos.

Un verso, que es parte de un poema, siendo menor o igual que el propio poema que compone puede ser su parte más hermosa o puede ser, incluso, la única parte bella del poema, siendo tanta su hermosura que todo el poema es bonito gracias a él.

Ser un poema no sólo se consigue por méritos propios. Sólo puede haber un poema en cada asentamiento, aunque puede haber grandes regiones sin poema. Sólo la persona más bonita de cada lugar será un poema y sólo si alguien del lugar alcanza el estatus de verso, si sólo alguien del lugar basta y sobra para llenar de belleza a dicho lugar y hacerlo agradable, podrá recibir el título de poema.

Ser poema, título sin premios añadidos a serlo, se da, paradojicamente, no a los poemas, sino a los versos. Si no fuera así, la mujer más hermosa de un pueblo podría ser también la más fea si fuera única o, aun siendo muchas, horrible si todas las mujeres lo son aun más.

Sobra decir que poemas sólo pueden serlo las mujeres, porque entre ellas las más bellas lo son incluso más que yo.

Bestiario(8) ۩۞۩ Brujas buenas ۩۞۩

El aspecto de las brujas es el de su cuerpo adoptado. Unas son guapas, otras son feas. Todas son mujeres. Altas o bajas, gordas o flaquillas, grandes o pequeñas, sólo coinciden en sus barbillas, que, en todos los casos, son sobresalientes.

Las buenas son pocas, poquísimas... tanto es así que se dice que sólo hay una.

La principal diferencia entre una bruja buena y una mala es que esta última se divierte haciendo daño a los demás, mientras que la primera suple ese disfrute con su capacidad para escuchar durante horas y sin aburrirse el relato más soporífero.

Además las brujas buenas viven el campo y, en general, quieren a los animales, pero no serían brujas si su animal preferido no fueran las arañas y serpientes, con las que decoran sus casas y preparan sus pócimas.

Y hablando de pócimas... no hay bruja que no juegue con cocinitas. La que capturó a Hansel y Gretel se fabricó una casa entera de golosinas, otras, sin embargo, es fabricando su cuerpo como capturan, no a niños, sino a magos.

La bruja buena de la que se tiene constancia realiza su danza invisible a todos, visible a los ojos de su mago, con un cuerpo formado por labios de fresa, inteligentes ojos de menta y chocolate, piel de melocotón y boca de piñón que silencia con besos las orgías de sus palabras roncas para transformarlas en ruidosos orgasmos y coitos interminables, para convencer a parlanchines incallables de que usen su boca para comer el queso de su pecho.

La bruja buena es, además de buena y dulce es sabrosa.

Y como bruja que es, tiene poderes.

Te turba con su mirada, haciendote, a veces, perder la palabra.
Evita que apartes la vista de ella bailando
Asusta gatos mirándolos un rato
Te anima, como un antidepresivo, como Morfina que te adentra en un sueño.
Cura con besos y excita con canciones
Y alguno más, como encerrarte, convencido, entre sus piernas, con el candado más grande que es la de no querer salir

Pero no todo iban a ser virtudes.
Ha perdido la elegancia de viajar en escoba y ha encantado otro tipo de objetos. Cuando no se desplaza sobre un león viaja en huevo.
Odia el pimiento, ¿Qué tipo de bruja odia este alimento que tanto odian los niños? Sin embargo, gusta de comer champiñones, que es donde viven los Gnomos, y las brujas y los Gnomos siempre se han llevado bien.
Y el peor defecto de todos es que, si no está delante, ya no está todo bien. Y a veces no está delante.
Serán, quizá, secuelas de ser bruja buena y no una bruja cualquiera.

No es esto relato de inventiva, sino de realidad.

Y sé que se me olvida algo.

Te quiero.

Bestiario (7).۩۞۩§¯`v´¯Hadas¯`v´¯§ ۩۞۩

Hadas hay de todo tipo y color.

Las hadas, en su forma real, tienen alas de insecto casi siempre, aunque, a veces, de mariposa, como las buscadoras de otoños. Si tienen alas de pájaro o vampiro ya no son hadas.

Van desnudas sin excepción, aunque el cine obligara a campanilla a vestirse para poder hacer la película para niños... pero eso fué algo temporal y campanilla volvía a desnudarse siempre que no tenía que rodar.

Las hadas son grandes, pequeñas, gruesas, finas, grandes, delgadas, guapas, feas, altas como un camello, pequeñas como un pingüino o diminutas como un microbio.

Unas cantan, otras tejen, otras tocan diminutos o inmensos pianos y algunas soplan flautas. Todas vuelan.

Las hadas siempre llegan a un sitio para hacer feliz a alguien... y luego se van, aunque algunos magos intentan retenerlas para siempre con ellas, para, entre otras cosas, dejarlas cuidando de sus hijos y largarse de fiesta con sus mujeres, brujas buenas* (vease el próximo bestiario). Desconozco si alguna vez un hada se ha quedado con un mago.

Las hadas sobrevuelan a la gente que les rodea, a todo el mundo miran por encima del hombro con justicia, ya que están más arriba.

Para reencarnarse, las hadas escogen un cuerpo que no les guste a ellas y que guste en general, echan a su habitante y se quedan con él. Cogen este tipo de cuerpos para no desagradar al resto, pero a la vez estar incómodas y no acostumbrarse, y poder irse cuando quieran, sin nada que los retenga.

Las hadas saben de estaciones metereológicas y de tren, se alimentan de moscas molestas y escuchan a Vivaldi mayormente.

Las hadas claras son algo frívolas, rubias y vestidas de blanco, enseñando escote.
Las obscuras, en cambio, son dulces de actitud y sabor y grandes en saber: Se estudian a si mismas. Cualquiera que quiera saber de hadas tiene que buscar un hada obscura y preguntarle sus dudas, se las responderá con gusto.

Y si quieres volar, como se vió en Walt Disney, no hay más que agitar una de ellas sobre tu cabeza, entonces caerá polvo de hada sobre ti y dejarás de pesar (Este polvo viene, sepase, de arena del desierto).

Las hadas no vienen de ningún lado, ni van a ningún lado más que donde les lleven sus aventuras. No mueren más que de pena y nacen nuevas de alegría.

Bestiario(6) ۩۞۩ Llunetas ۩۞۩

Las llunetas son diminutas, pequeñitas, tan tan pequeñas que, si no fueran siempre juntas, por millares, no podríamos verlas.
Pero las Llunetas, como las hormigas, no pueden entenderse si no son rodeadas de otras. Las llunetas son muchas y todas esas muchas son una a la vez.
Si separásemos una y tuviéramos un microscopio electrónico capaz de distinguir formas y colores, veríamos un círculo de oro rodeando a una bella mujer desnuda, morena, con unas alas en su espalda moviéndose tan rápido que están en muchos sitios a la vez, con una pequeña marca roja difuminada en el brazo izquierdo y una sonrisa marcada, puesta con ganas, no fingida, que, habiendo tenido principio, no tendrá fin, en una cara aun más bonita que el cuerpo.
Muchas llunetas juntas, trabajando, parecen luz, pero no una luz cualquiera, no la luz del sol o de una lámpara. Muchas llunetas juntas dan lugar a una luz mucho más bonita, la más bonita de todas, entre morada y naranja.

Cada día podremos ver a las Llunetas dos veces. La primera es entre las 5 y las 8, la segunda, entre las 19 y las 00. Se encuentran lejos tanto tiempo que pensaremos que es infinito, y querremos tenerlas cerca, querremos sumergirnos de ellas interminablemente aunque sólo las veamos entre media y dos horas al día.

Las Llunetas no aguantan bien el frío, por eso, en invierno, prefieren terminar sus tareas pronto, en cambio, en verano, les gusta estar despiertas todo el día.

Desde siempre, a alguna hora, cuando tienen ganas de terminar, extienden un gran manto negro por todo el cielo para anunciar a los animales que es la hora de dormir, para aliviarnos del calor y para permitir que pasemos horas obnubilados, contemplándolas en el horizonte. Al terminar, ellas mismas duermen.

Para descansar, se juntan todas en el mismo lugar, forman un árco de círculo, más grande cuantas más sean, hasta formar un círculo grande, inmenso. Entonces se ponen a dormir, su luz cambia de color, se vuelve gris, sus alas se paran, bostezan con aspavientos, cierran los ojos y se dejan mecer por el viento de uno al otro lado del cielo.

Y digo cuantas más sean porque no siempre descansan todas, algunas, a veces ninguna, a veces todas, a bailar a lugares fríos, en cuyo caso su luz se vuelve verde

Unas horas después, cuando ya quieran levantarse, se ponen en marcha en una alocada actividad por retirar el manto, tanta es la energía y poesía visual que muestran que, por ellas, las flores se abren, los gallos cantan y la gente despierta.

El manto es tan tupido que, hace mucho, cuando se murió la primera persona justa y quiso ir al cielo, tuvo que esperar a que se hiciera de día. Para remediarlo, las llunetas le permitieron hacer un agujerito para seguir subiendo. Así hay un agujero del tamaño de una persona (que desde la tierra se ve diminuto) por cada justo que muere de noche.

Bestiario(5) ۩۞۩ Peter Pan, El Prestidigitador y el Vendedor de Arena۩۞۩

La magia es algo similar a la fuerza en La guerra de las Galaxias o al Caos en WarHammer: La magia lo controla todo, a algunas personas más que a otras, pero la magia no se puede controlar por nadie, a pesar de que algunos así lo intenten, así lo crean. La magia siempre está descontrolada y puede ser positiva o negativa. No es como un termómetro, que tarda mucho en pasar de un extremo a otro: la magia es más bien como la energía nuclear, en cualquier momento, si se ha dejado alguna fisura, si sucede algún tipo de percance, puede salirse de su cauce y destrozar todo a su paso.


Peter Pan fué una de estas personas totalmente controladas por la magia.




Todo el mundo sabe algo sobre Peter Pan, el cine ha llevado algunos fragmentos de su vida al gran público con mayor o menor fantasía: Si bien Peter Pan de Disney es completamente cierta, Hook sólo cuenta parte de la verdad de la evolución en Nunca Jamás y muestra mucho más fielmente su estética, su arquitectura y demografía. Pero Peter Pan nunca volvió, tampoco tuvo hijos, ya que Peter Pan murió poco después de abandonar Nunca Jamás.


Nunca jamás es un país más o menos cercano que se ve todos los días a la izquierda de la tercera estrella. Era, como gran parte de los habitantes de aquel país, un muchacho joven, siempre niño, siempre vivo, pero Peter Pan era más niño que los demás, más joven que los demás, más vivo que los demás.

Peter Pan admiraba la belleza de Campanilla, la más hermosa de todas las mujeres que ha habido en Nunca Jamás y en cualquier otro lugar, más hermosa, incluso, que una buscadora de otoños.



Peter Pan tenía por costumbre enfrentarse, junto a los niños perdidos a dragones(ver próximos bestiarios), cocodrilos y piratas, visitar a otros niños aún sin echar a perder, a los que le hacía prometer que no crecerían (y algunos, que me han confesado que Peter Pan les visitó, efectivamente no crecieron y siguen siendo niñas caprichosas, malas y muy muy crueles, a pesar de su belleza externa y aquella hermosa muralla interna que hay que atravesar, esperando ver maravillas, para observar sorprendido su interior podrido en el que nos veremos atrapados para siempre, amándolas por su belleza externa y odiándolas por haber matado a ese ser maravilloso que idealizamos en nuestra mente y por habernos robado ese futuro maravilloso que nos dieron como garantía antes de tirarnos al vacío).

Peter Pan era un maestro con la espada, sabía manejarla como nadie y no había quien embotara su filo sin expulsar algún gemido, y, aun así, con sus habilidades como espadachín inutilizadas, tenía otros elementos, como unas manos hábiles o una lengua mordaz para no quedar mal en ningún momento. Todo esto lo acompañaba con un cuerpo musculoso y ágil para las artes de la batalla y un vasto conocimiento de las debilidades de su oponente, fuera este de la clase que fuera.

Cuando Peter Pan y los niños perdidos se enfrentaban a cualquier dragón, a cualquier pirata o a cualquier otro tipo de personaje con malas intenciones, entre todos le atrapaban, le pinchaban, jugaban con él sin más preocupación, como niños incapaces de pensar en el mañana, como cualquier persona ingenua que tiene esculpido en su mente "eso no me pasará a mi". Pero una vez se pasaron en sus enfrentamientos, una vez olvidaron que es mejor ver, oir y callar y no huyeron al enfrentarse a dragones más numerosos y fuertes, dragones demasiado grandes para ser enredados, dragones a los que las redes resbalan como una rodilla a un hombre adulto y que, con un solo coletazo, pueden aturdir, sino matar al más recio de los piratas.Entonces cayó el primer niño perdido. Sin más poesía, en apenas un segundo, sin viso ni aviso, pasó de estar vivo a estar engullido el más bonito, el niño lindo de Peter Pan, el preferido.
Y tras el primero, fueron cayendo los demás, tras la batalla, que terminó en una cerval huida, los niños perdidos, sin más ganas de cuidar jardines ni alimentar animales salvajes fueron abandonando sus guaridas de Nunca Jamás, viniendo a la tierra o uniéndose a los piratas, a cambio de los secretos de las cavernas de los niños perdidos.

Cautivos y desarmados, los niños perdidos restantes, girando como peonzas descontroladas, como ciegos enfurecidos dando bastonazos, golpeaban a quien quiera que se pusiera en su camino, atrapando al más pequeño de los dragones, al que menos hizo, al que sólo era caldo de cultivo de un dragón mayor y le habrían golpeado hasta matarle si no hubiera aparecido Peter Pan a liberarle.

Los niños perdidos se desperdigaron y Peter Pan, atormentado por la pérdida de su paraiso en Nunca Jamás, fué a la tierra a quedarse para siempre, a crecer y transformarse en otra cosa. Y la magia que le controla le transformó, muy a su pesar, en

EL VENDEDOR DE ARENA

El vendedor de arena, al contrario que las buscadoras de otoños, las fabricantes de nubes y los gnomos, no es una especie, sino una profesión llevada a cabo por muy pocos, pues muy pocos la resistirían.

En Francia, para que los niños se duerman no se les asusta con el coco, el hombre del saco o Papá Noel, sino con "le merchand du sable", el vendedor de arena.El vendedor de arena es, como S. Martín, obicuo, es aquel que hace que todo el mundo, en cualquier lugar y en cualquier momento, cierre los ojos de sueño.El vendedor de Arena es invisible, mide casi tres metros de altura, lleva su media melena cayéndole sobre la cara, va vestido totalmente de cerrado color negro que contrastra con el cuerpo pálido enfermizo. Sus largos dedos están coronados por uñas en punta, y anda encorvado con expresión cambiante: Para algunos la expresión es de desquiciada ira, los ojos rojos y la boca, furiosa, alberga dientes puntiagudos colgando de encías rojas. Para otros, la expresión es de desbordante tristeza, sus ojos son azules y llorosos y la boca está abierta en un lamento silencioso mostrando dientes redondeados sujetos de encías rosas.El trabajo del vendedor de arena es tan duro como el de Papá Noel o los Reyes Magos, con la diferencia de que no descansa nunca. El vendedor de arena recorre todo el mundo en busca de aquellos a los que se les han de cerrar los ojos, pasando la mayor parte de su tiempo en las clases de literatura, filosofía y todas aquellas que tengan algo que ver con Derecho, se acerca al afortunado que va a salir, al menos psicológicamente, de esas aulas (o al aun más afortunado que va a estar muerto durante un rato, esté o no en esas aulas), levanta con la mano izquierda su saco de terciopelo negro, mete la mano derecha y lo arroja con furia o desgana (según que faz muestre) sobre su rostro, haciéndole cerrar los ojos y abrir la boca para gritar aterrorizado. Y siempre lo consigue, porque el vendedor de arena es más poderoso que cualquier humano normal, es más, más poderoso que cualquier ser, pues sólo un ser muy mágico podría llevar a cabo un trabajo como este. El vendedor de arena es, por tanto, poderoso, tan poderoso que ni siquiera deja gritar, que ni siquiera permite que se sienta conscientemente el terror que nos hace gritar como locos y apaga el llanto en reposados bostezos.

El vendedor de Arena, como Papá Noel o los Reyes Magos necesita su sustento para poder llevar tan agotadora tarea. Lejos de las necesidades energéticas de estos, que con unas toneladas de decepciones recopiladas en Navidad y la epifanía tienen suficiente, el vendedor de arena muestra visiones graves para recoger miriadas de terror. No muestra imágenes de la familia del durmiente asesinada, que es la que hace estremecer, sino de sus cabezas, cortadas, empezando a cantar, que es la visión que te hace gritar de pánico y te lleva a la locura, de la que escapas con dificultad al saber que era sólo un sueño.

Cuando el vendedor de arena tiene hambre se introduce en los sueños o en las pesadillas, ya sea invisible, transformando todo lo que consiga en el limitado tiempo de un sueño en una horrible escultura del miedo o con una forma que es miedo en sí, como su aspecto original, un niño con dentadura, un espejo desobediente, ya sea travieso o infernal o, si su necesidad es mucha, en el mismísimo Pennywise.

Pero ser vendedor de Arena no es agradable, ya que los vendedores de arena no son seres malignos, sólo cumplen con su trabajo. Ser vendedor de Arena no es agradable porque siempre el vendedor de arena está solo, el vendedor de arena está triste.

!Jodete, triste y solitario vendedor de arena¡ suelen gritar los extraños (ver próximos bestiarios)cuando les ven pasar.

Tiempo atrás, hubo un vendedor de arena que topó con una buscadora de otoños y esta, niña linda, bello poema, le convirtió en

EL PRESTIDIGITADOR

Prestidigitadores hay muy muy pocos, a veces uno, a veces dos, a lo sumo cinco a la vez. Hay tan pocos puesto que sólo las buscadoras de otoños pueden crear uno y no lo pueden crear con cualquiera, necesitan a un ser muy mágico para llevar a cabo su transformación. Y seres muy mágicos hay pocos.Pero no es este el único impedimento, además existe el impedimento de que las buscadoras de otoños ven a todo el mundo como mágico, lo sea o no, por tanto nunca saben cuando han conseguido crear un prestidigitador y cuando han logrado hacer vislumbrar apenas briznas de un mundo maravilloso a un humano cualquiera. Si esto pasa, si un humano es llevado a un mundo mágico donde no pertenece, antes o después perderá pie y volverá al mundo, recordará el paraiso que le es vedado y enloquecerá.Del contacto de seres humanos con seres mágicos han salido muchos perjudicados (nunca los mágicos, por supuesto, para los mágicos un humano puede apenas nada), han caido en un otoño permanente, compadeciéndose de si mismos y se han quedado encerrados en patéticas existencias, esperando que llegue alguien a sacarlos de su pozo de apenas un metro de profundidad, prefiriendo mirarse los pies a mirar el cielo. Lo más patético de estos seres es que su periodo de locura ya es permanente y, a pesar de los retazos de felicidad que muestran a veces, cuando estos se acaban no saben seguirlos por si mismos, sino que vuelven a su pozo esperando que alguien vuelva a tenderles una mano, sin atreverse a buscarla.

Un prestidigitador, además, ha de estar alineado al lado del bien, ha de tener más cualidades que defectos y ha de ser, sobre todo, un caballero. Esta condición es necesaria, pero no suficiente.

El aspecto de un prestidigitador es muy clásico. Es clásico porque lo han imitado muchas veces los prestidigitadores comunes, los que no tienen más magia que trucos de aquellos que no escapan a las leyes físicas, siendo el más famoso Mandrake. Viste ropa negra y elegante, una capa larga con el interior rojo y un sombrero de copa. También tienen una varita, pero es puramente ornamental. Además suelen lucir un elegante bigote o una interesante perilla.

El tesoro de un prestidigitador es saber que puede hacer feliz a la buscadora de Otoños que les creó incluso cuando les ha quitado los poderes. Basta con tener un poquito de prestidigitación en las manos, una resma, un recuerdo de la magia que da una buscadora de otoños y se la podrá hacer llorar de alegría, movilizando al mundo para que la dediquen un dibujo o extendiendo un campo de tréboles desde el sombrero para que busque los de cuatro hojas. La magia de un prestidigitador consiste, sólo, en su ilusión, que es lo que da la buscadora de otoños: montañas de ilusión.Claro que, a un prestidigitador que le han quitado los poderes, las ganas que le quedan de alegrar a la gente son muy pocas. Cuando un prestidigitador pierde los poderes y vuelve a ser lo que era antes sólo quiere destruir y hacer daño y, a veces, por temor a causarselo a otros, prefieren empezar por destruirse a si mismos: así no harán daño a nadie.

Pero un prestidigitador no está en el mundo sólo para hacer más feliz a la buscadora de otoños, también debe intentar hacer feliz a los que le rodean, son "sucursales" de la buscadora de otoños que tratan de hacerle la tarea menos pesada. De todos modos, no siempre lo consiguen, porque a veces centran todos sus esfuerzos en hacerlas felices a ellas, a las buscadoras y se olvidan del mundo, porque para ellos sólo hay un mundo y es su buscadora de otoños. Y si se diera el caso de que el prestidigitador escogido por la buscadora de otoños no fuera lo suficientemente bueno, no valiese lo suficiente, como es el caso del vendedor de arena que se convirtió en Prestidigitador (y creyose que era el caso de un Gnomo que dejó de ser prestidigitador de la noche a la mañana, sin más, pero resultó que dejó de serlo porque su buscadora de otoños falleció, por lo que enloqueció y cometió barrabasadas que, quizá, algún día, sean recuperadas de estos archivos y lanzadas como blogtella al mundo), no le quedaría más remedio que meterse encogido en el primer pozo que vea y cavar, con los pies hacia arriba y la cabeza hacia abajo hasta perderse en el magma.

Se rumorea que una vez un ex-prestidigitador salió de su pozo por el otro lado...

Bestiario(4) ۩۞۩ Fabricantes de nubes ۩۞۩

Las fabricantes de nubes son distintos a todos los demás seres mágicos que nos rodean por una característica muy diferenciante:
No son antropomorfos.

Las fabricantes de nubes nacen en grándes árboles que crecen en pequeños planetas.

Hace muchos años un niño, distraido en el desholline de un volcán, no diose cuenta de que una semilla se coló en el bajo de sus pantalones y la trajo hasta la tierra, donde, debido a la enorme diferencia de tamaños entre nuestro planeta y el de su origen, no creció tanto como quisiera y no consiguió enfrentarse a los baobabs autóctonos, quedándose en un más común y amigable pero menos espectacular chopo.

Así llegaron los chopos hasta nuestro planeta y, con ellos, las fabricantes de nubes.

Las fabricantes de nubes nacen en los chopos e intentan llegar al cielo, pero no siempre lo consiguen a la primera, pues no están acostumbradas a empezar desde tan abajo.

Por eso, al principio fuertes, se lanzan como legión al cielo y, las menos fuertes, que son las mayoría, van cayendo y desperdigándose intentando cada poco remontar el vuelo y llegar a su lugar y terminando, en general, aplastadas por algún coche con prisa o despellejadas por cualquier niño sin pausa.

La memoria de una fabricante de nubes es excelente y se acordará de cualquiera que, con un soplido, la ayude a alcanzar su destino mientras piensa un deseo y, si la fabricante alcanza el final, es seguro que conseguirá concederlo.

Cuando una fabricante de nubes ha subido lo suficiente, se junta con otras que vienen de cualquier lugar del mundo, formando montones de algodón que se va deshaciendo rápidamente, formando un espacio blanco al que algunos llaman nube.

Bestiario.(3) ۩۞۩ Buscadoras de Otoños ۩۞۩

Las buscadoras de Otoños no tienen preferencia por una estética, no son como los Gnomos que adoptan cuerpos parecidos a su cuerpo original... no: Las buscadoras de Otoños no son superficiales en ningún modo, ni siquiera en ese.
Si bien es cierto que las buscadoras de Otoños adoptan cualquier tipo de cuerpo, hay un denominador común:Adoptan siempre cuerpos preciosos de arriba a abajo, y siempre femeninos, pues así les es más sencillo realizar su cometido.

No es fácil encontrar buscadoras de Otoños, de la misma manera que no es fácil encontrar una perla: Hay muchas, pero no todas son verdaderas.

A una buscadora de Otoños se le distingue porque, cuando sonríe, se ilumina el mundo, se ensanchan las almas, brillan los ojos, y un escalofrío recorre todo el cuerpo. Cuando una buscadora de Otoños sonríe, se secan las lágrimas, a no ser que sean de alegría... estas rebrotan con más fuerza.
Algunos comparan la sonrisa de una buscadora de Otoños con el canto de sirena, pero no es una comparación correcta, ya que, mientras un canto de sirena te enamora, te envuelve y te lleva al fondo del mar, sino más abajo, una sonrisa de una buscadora de Otoños te enamora, te envuelve, pero te lleva al cielo, te lleva al orgasmo emocional, te levanta y te da fuerzas.

Las buscadoras de Otoños se llaman así porque su dedicación es adentrarse en las almas de la gente y sembrar, donde antes había otoño y tristeza, un verde campo de tréboles donde se quedan a buscar aquellos de cuatro hojas.

Todas tienen alas de mariposa (aunque no todo aquel con alas de mariposa es una buscadora de Otoños... algunos son sirenas), y ni siquiera los demás seres mágicos, los que ven al ser mágico que hay bajo cada cuerpo, pueden distinguirlas. Sólo un prestidigitador puede hacerlo.

Las buscadoras de Otoños tienen, además de su sonrisa mágica, otro poder mucho más grande, que es el de dar y quitar poderes a los que les rodean, el de hacerles ver el mundo como es: Bonito, a pesar del gris exterior y el de descubrir a maravillas de hombres y magos a todo aquel que quiera escucharlas. Son las únicas que pueden dar magia a quien nació sin ella. Aquella con la que me topé fué la que, escribiendo un libro mágico, hizo que algunos me vean siempre, esté como esté fisicamente, con la cara pintada de blanco, los labios de negro, los ojos muy abiertos y vistiendo guantes y bufanda blancos y mi sombrero de copa.

Además, tienen un tercer poder, que es el de avivar los genios y despertar las conciencias.

Una vez que una buscadora de Otoños toca con amor a alguien, mientras no decida quitarle sus poderes, convierte al tocado en perdido enamorado.
Una vez que una buscadora de Otoños hace el amor con alguien, mientras no decida quitarle su sonrisa, convierte el estado natural del amado en feliz aunque a veces caiga en la desdicha, como una playa es mojada aunque algunas veces baje la marea.

Te quiero.

Bestiario. (1) ۩۞۩

La frase "Nada es lo que parece" cobra un significado más intenso cuando se refiere a todos aquellos seres que viven entre nosotros.

Entre hombres y mujeres que pasan sus vidas durante el periodo en el que les suceden cosas, pues nada nunca les ocurre, entre animales y bestias sin razón, habitan seres mágicos que sólo pueden ver los niños.

Por tanto, para verse entre ellos necesitan adoptar características de niños.

Unos óptan por la ilusión, otros por la inocencia, sin embargo, también algunos optan por la crueldad y el egoismo.

Continuará.

Hoy es San Focas, Eusebio, San Adrián (Este va a mi clase, por eso lo pongo), San Gerásimo, San Cruz, Eulampio, Eulogio, Teófilo, Virgilio, Ciarán y Clemente.

Eugenio hombre rico

A Eugenio le tocaron varios millones en la lotería y decidió gastar todo en pasar un buen rato:

Hace poco hubo una reunión en EEUU en la que esperaban a un viajero del tiempo. Decían que, si los había, que algno fuera a ese lugar a hablar con ellos.

Por supuesto, no llegó nadie.

La idea de Eugenio fué la siguiente:

Fabricó billetes de dolar con la efigie de varias personas españolas, cogió un avión y fué al lugar donde se celebró esa reunión. Allí se hizo el desorientado y fué a preguntar al primer lugareño con su acento de matapozuelos:

-Jelou.
-Jai.
-I was looking for a... reception to travelers from the fiuchar. duyunou?
-The fair for time travelers! Yes, but it was last year.
-Last year? Noo. In my data it said that... oh godness.
-Yes yes... last year.
-Do you know who planned it?
-No... a guy with a.. errr.
-Stop stop, errr. Can you introduce me the person do you consider is the most probably person to meet the organizator?
-The organizer?
-Whatever! Please, I am hurry, please, please.

El señor llevó a Eugenio hasta un chico que conocía al que lo organizó todo, Eugenio entró con un empellón en casa de este último y le preguntó:

-Why you are not in the convention? It was supposed to be today.
-What convention?
-The convention of the time travelers!
-That was long ago!
-Godness... our information it´s not very accurate. Hear me son: I am the traveler.
-Oh heavens... please, I have not time for this, get out of my house.
-Shut up and listen me: This is very important. Bush president is gonna blow EEUU
-EEUU? What´s that?
-Errr. USA.
-What the heck I am doing listening to you. Get out of my house!
-Noooooo. You have to help me to avoid Bushes being elected.

El fulano, entonces, quedose un poco quedo..

-Bushes has been elected years ago... We are at the end of the presidential period of the last.
-SEVEN? It´s impossible... godness. Then my trip changed everything.. but.. oh godness. I don´t know if I am lost in another temporal line or if I changed everything... In my country, when we must to think we open a beer and watch Tv. Give me a Mahou!
-It´s a beer?
-It´s THE BEER. You have not?
-No. I have not.. I have this.
-Well... I suppose.
-Wait. If you want me to believe you you have to tell me things about the future.
-It´s easy- Dijo Eugenio rápidamente, como si se lo supiera de memoria - Spanish parlant countries was united in a big coalition: Cuba, Venezuela and Bolivia first, then Mexico, then another countries of the south of America, then Portuña, and at last the latest countries in Latin america. Then
-Wait! What´s Portuña?
-Oh, yes.. It´s Spain and Portugal. It´s only a country now.
-Oh.. ok. Continue.
-Well Then they were the most wealth, big and powerful country in world. Spain, in the middle between the south of America and Europa was the capital city. China fell before wake and is as Russia is now
-You speak in a strange manner.
-I know, I only speak spanish, english is not very used. Well, the Spanish states made a defense system to avoid the continuos threats of the Bushes of being nuclear bombed
-The bushes?
-Yes... the presidents, you know
-No. I don´t know.
-Bush twins..
-I think you are wrong. There is only a Bush as president.
-Then I changed it too... You know? It´s the first time travel and probably the last. Politicians, people and scientifics are still very scared of this. We don´t know nothing about it and it´s fucking damn expensive. We was not sure about if it would work or if I will travel to the exact place and the exact moment... Imagine that the earth would be in other place rounding the sun... Oh god, all that effort and risk for nothing. Can you see me a photo?

El chico googleo y le enseñó una foto.

-Godness. I am not late. This is the guy of the notes.. It´s a dead president.
-Can you xplain this?
-This is George Bush, the father of the twins Bush, the presidents of USA.
-Heavens.
-The story finish in that the Bushes attacked the Spanish states and our defense system destroyed USA. I am here to save you. But I can´t make big changes, I can´t stay here, because if I stay here I can change everything with my knowledge. I am going to live in a lost place of a dessert. I can´t say you what dessert... And I can´t tell you how I am going to live. It´s new technology even for us. It cost a million of pesetas, the salary of three months of a middle-classed family. You have to avoid them to be elected to save USA of us. Good luck. I think you still believe in Yaveh, then may Yaveh be with you.

Eugenio dejó la casa y se fué, sin más. El chico quedó consternado.

Al día siguiente, Rael llamó:

Where is Eugenio? He changed everything. It´s everything full of... green ostrich eggs.

Dos meses después, Rael y Eugenio se partían el culo recordando la cara del chaval.
Un año más tarde, el chico daba conferencias sobre viajeros del tiempo y los peligros de la familia Bush.

López contra el tirano

López corría como no había corrido nunca. Atravesó todos los cubículos de sus compañeros en apenas tres segundos y salió por la puerta sin decir ni mu. Sus compañeros pensaban que el jefe había amenazado con matarle o algo así. Ni siquiera había apagado su ordenador, ni se había llevado sus llaves ni su móvil. Maldito D. Julián... ¿Qué le habría dicho para que López corriera de ese modo?

López estaba teniendo un día muy jodido: Su mujer estaba de parto y él, en vez de estar con ella, estaba trabajando. Todo sus compañeros le habían advertido: -Ni se te ocurra pedírselo al señor Julián, que te empezará a joder por atreverte. O -Como se entere de que quieres irte te dirá que no tienes ningún amor al trabajo y no tardará en despedirte.
A López le llevaba por el camino de la amargura. Era su primer hijo y no quería perdérselo, pero no le quedaba más remedio.

A la hora del café López llamó a su cuñada por móvil: "Aun no ha empezado" "Todavía no ha roto aguas" etc. Y López se la pasó maquinando: "Si me fuera ahora, perdería el trabajo, pero vería el parto.
Todos lo comentan en la sala de descanso. Sólo sonó una voz discordante con el clamor popular contra el jefe: "Todos decís que el jefe es un cabrón porque siempre está enfadado, pero nunca le habeis preguntado nada".
Las respuestas no se hicieron esperar: "Como para preguntarle algo" "Es un ogro" "Es un cabrón".

Nada más volver a su puesto, sonó la megafonía: "López, el jefe quiere verle. López, el jefe quiere verle."

López empezó a temblar: Hasta ahora, todas las veces que D. Julián había llamado a un empleado le había dado un sobre con su despido y le había dicho que no volviera al día siguiente. Sin más. Ni un "Lo siento". A López le desapareció la valentía de hace un rato. Ya no quería dejar el trabajo. Al fin y al cabo, el trabajo de López era un buen trabajo. No mucho trabajo y un sueldo más que decente.

López entró en la antesala del despacho. Respiró hondo y antes de caminar el trecho que le falta hasta la puerta del jefe, se abrió la puerta y salió, trajeado, malhumorado, grueso, oliendo un poco a sudor, con aspecto sucio, calvo, con nariz de cerdito y pinta desagradable.

-¡¿QUÉ ESTÁ HACIENDO AQUÍ?!
-Yo...
-¡¿PORQUÉ NO ESTÁ DONDE DEBE ESTAR?!
-Por megafonía han dicho que...
-¡PUES CLARO QUE HAN DICHO! ¿ES QUE CREE QUE SOY SORDO? SÉ QUE SU MUJER ESTÁ DE PARTO Y LE LLAMÉ PARA VER SI ESTABA AQUÍ.
-Claro.. no me atrevería a dejar mi puesto.
-¡¿PERO ESTÁ VD LOCO LÓPEZ?! ¡NI RECOJA SUS COSAS. VAYA CON SU MUJER CORRIENDO, PUEDE USAR UN COCHE DE LA EMPRESA. Y LA PRÓXIMA VEZ QUE TENGA UN PERCANCE COMO ESTOS NI SE LE OCURRA VENIR.!Mañana tiene el día libre. Vaya con su mujer, que es lo que debe.

López le habría besado si no fuera tan feo. Y si no temiera el despido, principalmente. Dice un tímido gracias y sale corriendo.
López corría como no había corrido nunca. Atravesó todos los cubículos de sus compañeros en apenas tres segundos y salió por la puerta sin decir ni mu. Sus compañeros pensaban que el jefe había amenazado con matarle o algo así. Ni siquiera había apagado su ordenador, ni se había llevado sus llaves ni su móvil. Maldito D. Julián... ¿Qué le habría dicho para que López corriera de ese modo?

Martes

Martes y Madrid están agazapados bajo fuego enemigo. Bajo dos ventanas, sentados, dan la espalda al enemigo. Nada entre la espalda y la pared. Ambos saben que la ciudad está perdida, pero Madrid no se rinde:

-¡Yo no me muevo. Voy a lanzarles hasta la última bala. Y si se me acaban les lanzo las mesas, las sillas, me arranco los brazos y se los lanzo!.

Martes se queda esperando. Parece que Madrid va en serio.

-Madrid... vamos.

-¡QUE NO!

Una lluvia de balas agujerea la pared de enfrente y hace que nieven astillas del marco de la ventana. Martes y Madrid, como si fueran uno, se incorporan, devuelven los disparos y corren a la habitación contigua, no sea que, ahora que saben donde están, cambien las pistolas por los tanques y no necesiten más de un disparo.

-No somos rival. No queda nadie. Vamonos. Es una muerte inútil.

Madrid oye pasos y se apresura a poner una silla bajo la puerta. En cuanto ve que se mueve el manillar la atraviesa y hace una ráfaga hacia las paredes contiguas, por donde bajaría la escalera.

Oyen gritos y golpes. Madrid abre la puerta y alivia el dolor a disparos, saquea lo que puede y vuelve al lado de Martes.

Los dos esperan durante un rato. Silencio, horrible silencio. La peor bala es la que no oyes, por que está dentro de ti. La peor batalla es la que no oyes por que sólo quedas tu.

-Yo me quedo a morir- Dice Madrid.
-Dejalo. Deja aquí las armas, quitate la ropa militar y corre conmigo. Si nos creen civiles nos harán prisioneros como mucho.
-Cobarde.
-Pero vivo. Muerto no podrás hacer nada.
-Pues vete tu - Dice Madrid sacando la carta más pesada del mundo- Dale esto a Matilde si la vuelves a ver.

Martes la rechaza. - Si no vienes conmigo la diré que preferiste tu gloria a ella.
-Eres un cabrón.
-Sí, pero voy a vivir, y tu conmigo.

Madrid le mira con odio. Le sigue a una habitación sin ventanas y ambos empiezan a quitarse los pertrechos militares.

Madrid se desespera:

-Este casco, que lo besó Matilde al principio de la guerra y que me dijo que no me lo quitara nunca... aquí abandonado en esta mierda. Que he dormido con él todos estos años joder. -Casi Solloza.
-Tu deja aquí el casco, que ya te besará a ti en unos meses, verás.

Martes se prueba el casco de Madrid. Le queda como un guante.

-Adivina quien soy: "¿Qué han llegado hasta la ciudad del Norte? ¿Pero cómo? Si hubiera estado yo allí, coño si hubiera estado yo. No habrían llegado ni a avistarla joder joder jod...."

No puede terminar la frase. Un tanque lanza el cielo sobre sus cabezas.

...

Martes no sabe que ha pasado. Alguien Le están arrastrando sobre unos escombros.

-Se despierta mi general.- Habla un soldado enemigo.
-Menuda suerte que has tenido, cabrón. Dale las gracias al casquito.
Martes no entiende nada. Anda tambaleándose, con el casco por debajo de las orejas. Le cuesta sacárselo. No reconoce a Madrid, a su lado. Su ropa es nueva, porque no es ropa militar. Su cara está debajo de una viga que, horas antes, colgaba orgulloso por haber resistido los bombardeos hasta la fecha.

Un mundo absurdo

Lucía era una geóloga madrileña que creía poder encontrar en una cueva unos huesos que revolucionarían su especialidad.

Lucía, explorando dentro de la cueva, cayó y cayó hasta una galería perdida de los ojos de Dios. En ella había una puerta. Entró. Salió en una gran ciudad. La puerta se cerró a sus espaldas.

La ciudad era Madrid, era la misma, pero no era igual. En este Madrid a ninguna pareja le importaba que su amado se acostara con otra persona, sin embargo, se consideraba infidelidad jugar al ajedrez con otro.

Lucía lo dejó con su marido. No podía aguantar que se acostara con otras personas sin más. Nadie lo entendió. "Le han entrado celos terribles de repente, no dejaba a su marido ni acostarse con otros".

Lucía conoció al hombre de su vida. Le quería. Le quería mucho. Ambos acordaron que ninguno se acostaría con otra persona mientras vivieran juntos.

Años más tarde, Lucía y el hombre de su vida se casaron y tuvieron un hijo. Pasó un tiempo y un amigo de El hombre de su vida fué a visitarlos. Después de un tiempo, como el hombre de su vida no llegaba, cuando el niño se fué a dormir, ambos, el amigo y ella, aburridos, decidieron jugar una partidita de ajedrez. Cuando el hombre de su vida llegó y les pilló, murió de pena y rabia y odio y echó a ambos. Lucía nunca entendió que un hombre no quisiera jugar al ajedrez con ella por tener pareja, pero esto le pareció surrealista.

Querida Julieta

Te escribo desde la carcel. La comida es mala y este lugar donde escribo sólo se puede calificar de escrotorio. Por lo demás, no está mal.

No sé porque me han condenado. Vino la policía a casa porque había oido los llantos de mi hijo mientras le pegaba. ¿Tu crees que es para tanto? Adela, mi mujer, también está detenida.

No es el primer hijo que tenemos. Sí es cierto que ninguno nos vive tanto como la media, pero a este le cuidamos mucho...

Nuestro primer hijo, Rodrigo, murió cuando le dejamos unos días solo en casa. Pedimos a mi amigo Ernesto que fuera a darle de comer y a sacarlo a pasear, pero él nunca oyó el mensaje del contestador. Cuando volvimos estaba con su sonajero, ¡Más rico!. Estaba muy delgado, acurrucado en una esquinita, cagado y meado el muy cochino y no se movía. Resulta que se había muerto... Es normal, porque pasó dos semanas sin comer. Llamamos a Ernesto enseguida y nos dijo que no estaba en su casa y por eso no había oido los mensajes ni visto el correo. Le enterramos en el jardín cuando encontramos su piecito, que estaba metido en la garganta de una rata que se atragantó con él y murió. Un buen hijo que nos sirvió incluso después de muerto... eso suponiendo que la rata le arrancase el pié después de muerto, claro.

El segundo, Lucía, murió porque nos dejamos un par de vacunas. Es un despiste. No es tan grave, ¿Verdad? Si siempre podemos hacer otro.

El tercero babeada todo aquello que se le ponía a mano, así que decidimos encerrarlo en el ático. Es el que más nos ha durado: Seis años. Pero nunca llegó a hablar, como parece ser que hacen estos ejemplares. El día que mordió a su madre decidimos abandonarlo. Le llevamos en coche, abrimos una puerta, salió a hacer sus necesidades y arrancamos.

El cuarto, este último, era el peor de todos. El muy asqueroso de él me meó en la chaqueta de los domingos. Pensé que había sido un error. Pobrecillo... pero vi que se reía y entonces comprendí que lo hizo a mala idea. Mi mujer y yo decidimos sacrificarlo, pero como el veterinario cuesta lo suyo, decidimos matarlo en el patio a paladas. La primera no le mató y se puso a gritar como un energúmeno, eso fué lo que alertó a la policía.

Te dejo. Es la hora de las visitas y vendrá mi mujer en régimen especial. Creemos que el siguiente hijo nos saldrá mejor.

Besos:

Luciano

Rosa Rosae








La primera vez que Eugenio vió a Rosa sólo le llamó la atención su forma talluda, su cabeza alargada, chapada, profunda. Pero Rosa no parecía, por lo demás, gran cosa.

Eugenio, en un principio, no se fijaba en Rosa. La ignoró, le pareció un invento más, un adorno perecedero.

Pero Rosa se quedó prendada nada más verlo. Para Rosa, Eugenio era un personaje de cuento, un mago de alguna historia, algún ser de algún plano superior, una perfección fuera de todo pronóstico. Que guapo, que guapo, que guapo. ¿Qué tiene?, ¿Qué tiene?, ¿Qué tiene?.

Un día de tantos, Rosa, deseosa, queriendo que Eugenio la admirara, se abrió.

Un espectacular traje amarillo, con puntas rosadas, capas y capas del mejor traje de noche, adornado discreta pero perfectamente con ocho hojas verdes eran el acompañamiento perfecto a su olor, entre miel y flores

Rosa estaba exuberante. Más que preciosa estaba pletórica, frondosa como un jardín. Como a una cenicienta, todos los que coincidieron se quedaron mirándola. Más bien la expresión de los ad-miradores era de estupor, como la expresión con la que miran al crater unos excursionistas que, recién lo alcanzaron, descubren que va a entrar en erupción inminente. Estupor por lo inesperado y pánico por una competidora belleza con la que no pueden ni siquiera enfrentarse.

Rosa era mayúscula, firme, implaba todo aquello que la veía. Daba vida a los objetos inertes sólo para que la alabaran. Rosa era

Rosa, casi diosa, era semiconsciente de su belleza. De no quedarse embobada, atorada, patidifusa, le libraba no estar viéndose de continuo. Los que la rodeaban no tenían tanta suerte.
Eugenio no tuvo tanta suerte. No pasó un día desde que la llevó a su habitación, no pasaba un rato sin que acercara su cara a la de ella y oliese su perfume. Ni cinco minutos sin que Eugenio se quedara mirándola: Para él, Rosa no tenía espinas.

Rosa se enamoró de Eugenio nada más verle, Eugenio se enamoró de Rosa nada más fijarse. Y cada noche, él se acostaba a su lado, y la amaba despierto y después la amaba en sueños.

Rosa era feliz y Eugenio decía serlo. Un día, sin anestesia ni preámbulos, sin ni siquiera miedo a hacerla daño, Eugenio la dijo que había otra mujer, Mercedes. Y le dijo que la elegía a ella.

¿Quién ese esa mujer? Maldita, maldita sea. Maldita.

Entonces Rosa enloqueció.

Mi aventura en el retrete

Cuan grande fue mi sorpresa al dirigirme inocente y feliz a depositar mi orín al excusado y encontrar, reposando en el fondo del inodoro, un tremendo excremento del tamaño, quizá, del de un elefante.

Miré en todas direcciones rebuscando el animal insano que podía haber dejado ahí semejante ataque a mi vista y, viendo que no sería arrollado por ningún paquidermo, atacado por ningún león de al menos 120 Kgs o embestido por un gran marrano cagón, decidí que lo mejor que podía hacer era correr a por mi cámara: Tamaño acontecimiento no podía ser olvidado por la humanidad.

Apunté, con mis funciones vitales a punto de detenerse a causa del hedor diábólico y así os conseguí la instantanea que acompaña a este documento como prueba fehaciente de los hechos aquí relatados.

Pero además, detengansé en un detalle que hace este relato aún más peligroso para el estómago y la cordura:

Percatensé de que el tremendo mojón que descansaba en los fondos cenagosos de mi W.C. no tiene flotando por encima esos documentos que prueban la limpieza anal:

El cochino cagón no habíase lavado su esfinter...

Imaginense un esfinter abierto soltando tremendo truño y después siendo “abrazado” por las nalgas, sin ser limpiado...

Y sin más dilación, les dejo con la visión de tan descomunal monstruo:

Discusiones y contusiones en la estrella e la muerte

Sección nº 2 de la Estrella de la muerte. 13:00 PM. Discutiendo sobre matanza creativa por MSN (Sí. Son malos... usan cosas de MS)

Galaxia: Una grande Libre dice:
¿Quién presenta esta tarde?
Viva Vader, Arriba Galaxia dice:
No sé. Tu.
Galaxia Una grande Libre dice:
Vale. Yo lo preparo.

Sección nº 2 de la Estrella de la muerte. 16:30 PM. En la clase sobre matanza creativa

-¿Qué vas a exponer?
-¡Ajá! Dado que nuestro compuesto tiene forma de paraguas, vamos a aprovechar para hablar sobre las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
-Es que yo pienso que eso es muy original
-Claro. Así es mejor. Gustará a todos.
-Pero no tiene que gustar a los padawan, sino al maestro.
-Si le pilla de sorpresa le gustará. Dirá que no está mal nuestra exposición.
-Que no. Voy a decírselo.
-Pero si se lo dices nos va a decir que nuestra idea no es correcta.
-Pero entonces nos lo dirá cuando expongamos.
-No, eso no se lo dice a nadie. Cuando exponemos gusta a todos. Además, si decimos que lo hicimos así desde el principio va a decir que que buena idea.
-A ver, que se lo consulto.
-Bla bla bla-
-Verá, maestro, que a Morlock se le ha ocurrido que podemos hacer esto y lo otro y lo de más allá.
-Pues no podeis si no habeis tenido la idea desde el principio de los tiempos, porque no es cosa de cambiar la idem ahorita-ya-ves-tu.
-Que no maestro, que se nos ha ocurrido a todos desde el principio.
-Que no que no.


Sección nº 2 de la Estrella de la muerte. 17:00 PM. En la clase sobre matanza creativa. PH (Presenteision aguar)

Esta es nuestra arma destructiva. La hemos hecho con azufre y azafrán. El primero para que huela mal y fastidie más, el segundo para que podamos aumentar el precio artificialmente y sacar más beneficio. Y ya está.

-Muy bien muy bien.

Sección nº 2 de la Estrella de la muerte. 18:00 PM. En la cafetería.

-Morlock tiene que exponer. Estoy urdiendo un plan maligno para ello.

Sección nº 2 de la Estrella de la muerte. 19:00 PM.En la clase sobre matanza creativa.

-Maestro, Morlock tiene que exponer porque yo lo digo (vease al hablante actual, que no tiene nombre porque no lo necesita, moviendo la mano por delante de la cara del maestro en si)
-Morlock tiene que exponer-dice el maestro.
-Morlock, expon.
-Pues vereis, esto es una putada, porque yo ya no tengo ni chip ni ganas ni canas ni patatas. Mais bon. Resulta que el ejército imperial en tal momento no se movió. No os cuento la mitad de los detalles porque me he estado olvidando de ellos mientras ingería cafeina caliente por conducto oral. Y teníamos que poner plumas porque las plumas son dabuten y molonguis y lo ponen todo bonito boniato. Y además tiene forma fálica porque lo ha diseñado un hombre sin hombros.
-Si me hubierais dicho que las plumas eran por eso habría dicho que las pusierais y lo expusierais y os pusierais.
-El ejército imperial sí se movió porque estaba sobre la moviola, como mola.
-Que no.
-Que sí.
-boto a vrios malandrín [sic]
-Tu sí que votas, bellaca.
-De bella no tengo nada. De K tengo bis. De vello tengo mucho.
-De macho tienes mucho. Y hueles a pis.
-Te ataco
-¡A mi pistoleros!
-Cuidado con los animales, que son licenciados.
-Cuidado con los licenciados, que son animales
-Cuidado con Paloma, que es de goma
Fium, fayum y patafayum.
-Oh, no, los rebeldes nos atacan.
-Oh no, los rebeldes nos atacan.
-Oh no, vamos a explotar
-Al menos no nos meten un virus como en Independence Day
-No, porque somos de bajo presupuesto, pero no nos lo gastamos en arañas gigantes, sino en arañazos gritantes.
-Aaaaaaaaah.



Pum.

Cuanto cuento contado

He dejado de ser tuyo, he dejado de ser un capullo. Ahora soy una dulce mariposa rosa y horrorosa como una fosa.
Me pongo un lazo, molo mazo, soy hortera de pies a cartera.
Me visto a topitos, grandes y bonitos, verdes y rojitos. Con el rosa combinan que da gusto, me tapan del culo al busto.
Como pipas sin parar, me pongo en medio, me tiro pedos y me río yo sola, soy gorda, soy una bola. Mi grasa mola.
Soy cenutrio, soy feucho, leo a Moliere y como panceta. Esa es mi vida, da pena, da pene, da pana, da pono, da pini, da pono, da punu, das models.

Mantequilla Versión 2

Todo estaba preparado. La margarina y la mermelada destapadas, el vaso lleno de leche, un plato bajo él, la silla y la mesa hechos con materiales antideslizantes, cuchillos especiales etc. Toda precaución es poca.

La prensa, expectante, me mostraba a todos los ojos del planeta. Ni un solo medio de comunicación me quitaba ojo. Estaba en todos los canales, en todas las radios, las páginas webs. Era el acontecimiento más importante de la historia.

Me senté en la silla, marrón, me sorprendió el altísimo rozamiento. Agarré la primera galleta y empecé a untarla con cuidado. Llevaban meses entrenándome para esta ocasión, no podía fallar. Soy el mejor untador de galletas que ha habido nunca.

Cuchillo "en ristre", acaricié (que no corté)la margarina, la coloqué sobre la galleta y la extendí... La galleta no se rompió. Todo el planeta suspiró de alivio. Se llevaron a un cámara de la estancia.

Miré al instrumental para untar la mermelada. No sabía si decidirme por la cuchara, aconsejada por los expertos, o por el cuchillo, al que más acostumbrado estaba yo.

Me decidí por el cuchillo. El silencio era sepulcral. No se movía ni un coche, no volaba ni un avión. La habitación estaba insonorizada, no fuera que un susto llevara todo al traste.

Primera galleta untada.

Antes de coger la 2ª, se me acercaron varios médicos, me midieron la tensión, el ritmo cardiaco, me inyectaron algo para evitar el temblor de mis brazos. Entonces pude continuar.

Agarré la segunda galleta. Procedí, como en la primera. Una vez untada, junté ambas con cuidado infinito. Apreté un poco aquí, otro poco allá... al final no sobresalía ni una pizca por los lados. Todos respiramos hondo. Aquí venía la parte más difícil. Miré al general norteamericano, Mcnosécuantos. Asintió con la cabeza.

Introduje la galleta en la leche, escurrí las gotas que caían, la miré durante un segundo infinito y la llevé a mi boca. En el trayecto, una gota de leche cayó hasta la mesa.

La gente que me veía por todo el mundo se echó las manos a la cabeza, se dió cabezazos contra la pared... muchos se suicidaron.

En la sala en la que estaba algunos cámaras se echaron a llorar. El general Macnoséque sacó su pistola. Estaba muy enfadado y con razón. Me dió lo que me merecía.

Mantequilla Versión 1

Todo estaba preparado. La margarina y la mermelada destapadas, el vaso lleno de leche, un plato bajo él, la silla y la mesa hechos con materiales antideslizantes, cuchillos especiales etc. Toda precaución es poca.

La prensa, expectante, me mostraba a todos los ojos del planeta. Ni un solo medio de comunicación me quitaba ojo. Estaba en todos los canales, en todas las radios, las páginas webs. Era el acontecimiento más importante de la historia.

Me senté en la silla, marrón, me sorprendió el altísimo rozamiento. Agarré la primera galleta y empecé a untarla con cuidado. Llevaban meses entrenándome para esta ocasión, no podía fallar. Soy el mejor untador de galletas que ha habido nunca.

Cuchillo "en ristre", acaricié (que no corté)la margarina, la coloqué sobre la galleta y la extendí... La galleta no se rompió. Todo el planeta suspiró de alivio. Se llevaron a un cámara de la estancia. Más tarde sabría que había muerto de un infarto.

Miré al instrumental para untar la mermelada. No sabía si decidirme por la cuchara, aconsejada por los expertos, o por el cuchillo, al que más acostumbrado estaba yo.

Me decidí por el cuchillo. El silencio era sepulcral. No se movía ni un coche, no volaba ni un avión. La habitación estaba insonorizada, no fuera que un susto llevara todo al traste.

Primera galleta untada.

Antes de coger la 2ª, se me acercaron varios médicos, me midieron la tensión, el ritmo cardiaco, me inyectaron algo para evitar el temblor de mis brazos. Entonces pude continuar.

Agarré la segunda galleta. Procedí, como en la primera. Una vez untada, junté ambas con cuidado infinito. Apreté un poco aquí, otro poco allá... al final no sobresalía ni una pizca por los lados. Todos respiramos hondo. Aquí venía la parte más difícil. Miré al general norteamericano, Mcnosécuantos. Asintió con la cabeza.

Introduje la galleta en la leche, escurrí las gotas que caían, la miré durante un segundo infinito y me la introduje entera en la boca, para que no pudiera haber errores.

En el exterior, la gente, que seguía la imagen por grandes pantallas, se abrazó. Cientos de peticiones de boda y de niños que iban a gestarse y que se llamarían como yo se dieron cita en ese momento con las estatuas de mi persona descubiertas y los fuegos artificiales.

A partir de ahora, era un personaje histórico

Miguel y el viento

El viento atraviesa a Miguel. Sopla delante suyo, arrastrando papeles.

Miguel corre en busca de los papeles, gira, les persigue, salta a por ellos.

Y cuando agarra alguno, lo mira ilusionado y lo vuelve a soltar, para empezar a perseguirlo de nuevo.

Gabriel y Cristina

Cristina bajó de su espalda. Le dejó esa sensación de incomodidad que se nos queda cuando termina un masaje. Ese anhelo de que no acabe nunca. Gabriel no quería moverse. Había sido un masaje extraordinario, no sabía si tanto por quien se lo había dado como por su manera de darlo. No quería volver a moverse. Estaba tan a gusto que quería dormirse, pero no se perdonaría perder un segundo de su imagen. Estaba feliz.

Apenas abrió los ojos cuando ella se tumbó a su lado, boca abajo, dejando su nariz muy cerca de la de él. Pero no sonreía.

Gabriel se preocupó y borró su sonrisa, pero no dijo nada. Ella estaba seria, muy seria.

De pronto, sin decir palabra, se levantó, bajó la persiana del todo y cerró la puerta, convirtiendo la anterior penumbra en obscuridad absoluta. Entonces empezó a desnudarse.

A Gabriel le pareció que se estaba desnudando, pero no veía nada. Ni una silueta. Nada. Sólo oía.
-¿Qué estás haciendo?
-Callate.
-Me callo.

Volvió a tumbarse en la misma postura en la que estaba hasta que se levantó y no dijo nada. Gabriel no se atrevía a moverse.
Nadie dijo nada.

-Me he desnudado.
-Ya.
-Pensé que te gustaría.
-Me encanta.
-Pero no me toques.
-No sin tu permiso.
-Sólo quiero estar desnuda a tu lado. Pero no que me veas, ni que me toques. No quiero que me sientas, sólo que lo sepas.
-Gracias.

Los horarios de D. Carlos

D.Carlos era un oficinista con un buen sueldo y un mejor piso: Un ático.

Cualquier persona que se hubiera asomado todos los días a la misma hora por el hueco que atravesaba el ascensor durante los seis pisos que recorría antes de llegar al suelo le habría visto a la misma altura. Su puntualidad era milimétrica y, para conseguirla, todas las noches, antes de acostarse, que lo hacía tarde, llamaba al ascensor para que se quedara en su piso.

Al levantarse, que lo hacía pronto y siempre a la misma hora, desayunaba y se duchaba controlando el tiempo y cogía el ascensor.
Tanta era su obsesión por llegar puntual a su puesto de trabajo que puso pilas a su despertador por si se iba la luz.

Un día que parecía como otro cualquiera, su despertador, simplemente, no sonó. Se había estropeado el altavoz.

Acostumbrado como estaba a levantarse a la misma hora, no tardó más que cinco minutos en despertarse, pero eso, para Carlos, era una eternidad.

¡Son las 7:05! pensó, cariacontecido, ojiplático y muy alarmado.

Se levantó corriendo, empezó a preparar todo lo más rápido posible, se duchó a velocidad supersónica. Cuando terminó, aun le quedaban 30 segundos por recuperar, así que tomó una decisión que cambiaría su vida: Se pondría la corbata durante el largo viaje en ascensor.

Al llegar al suelo casi había olvidado el incidente. Al llegar a casa tras el trabajo, imbuido en su puntualísima rutina, no lo recordaba en absoluto. No cambió su despertador.

Al día siguiente la escena se repitió. Esta vez eran las 7:06. Tras la carrera por recuperar los 06 minutos perdidos, decidió ponerse la corbata y los gemelos en el ascensor. Como el día anterior, no compró otro despertador.

La mañana siguiente todo ocurrió otra vez, pero ahora eran 7 los minutos a recuperar. ¿Qué hacer? Bueno. Meterse la camisa en el ascensor no le causaría mal. Por la noche se repitió la historia, y la mañana siguiente el minuto se incrementó una vez más. 8 minutos de retraso fueron solucionados obviando la corbata y metiéndose la camisa y ajustándose los gemelos en el ascensor.

Esa tarde intentó poner a su problema, pero no supo programar su nuevo despertador, así que tuvo que confiar en su despertador interno. El resultado fué recuperar los 9 minutos arrastrando la americana y poniéndosela en el ascensor, tras ajustarse la camisa y ponerse los gemelos. Por la tarde olvidó que tenía un despertador nuevo que programar, lo que conllevó otro minuto más de dilación a la mañana siguiente. 10 minutos más de sueño y unos zapatos atados en el ascensor, después de ponerse la americana, meterse la camisa y ajustarse los gemelos.

Ese día de oficina fué cansadísimo. D. Carlos tenía tanto sueño que decidió tomar una valiente decisión: Al día siguiente cambiaría su orden matinal para poder dormir hasta las 7:15.

El despertador sonó a las 7:15. Lo que hizo D. Carlos fué lanzarse a la ducha, untar su Croissant en el café y salir, tomándose el café en el ascensor. Dejó la taza escondida sobre los fluorescentes, se puso la americana, se ajustó los gemelos y se metió la camisa.

¡Que buena idea he tenido! Se enorgullecía D. Carlos. "Mañana recortaré aun más tiempo", pensaba mientras recogía su taza del escondite.

Al día siguiente, el despertador sonó a las 7:20. D. Carlos se duchó, untó el croissant en el café y se bebió este en el ascensor. Después, se puso la americana, retomó la costumbre de la corbata, se ajustó los gemelos y se abrochó y metió la camisa. Al llegar al bajo, salió con una sonrisa.
Al volver por la noche, tras llamar el ascensor a su piso, escondió un croissant en el mismo lugar en el que dejó la taza.

La mañana siguiente, a las 7:25, salió de casa sin desayunar y con la americana al hombro. Se tomó el croissant, dejó la taza en el escondite, se abrochó americana, zapatos, corbata y camisa, se metió esta última y se ajustó los gemelos. 25 minutos diaríos serían dos horas y media más de sueño a la semana. Se notó en su rendimiento laboral y esto se notó en el sueldo.

Llegó el domingo. Ese día, sin despertador, se despertó a las 7:26 y usó su tiempo libre para maquinar como ahorrar más sueño.

Ese lunes se despertó a las 7:40. Se duchó, se desnudó y se vistió en el ascensor. Tomó su desayuno y fué a trabajar.

Ganar tiempo de sueño se convirtió en su obsesión. ¿Cómo arañar segundos?.

Los sucesivos aumentos de sueldo que conseguía trabajando cada vez mejor le resolvieron el tema: Vendió su casa y compró el ascensor. A partir de ese día, se llamaría con una llave que sólo él tenía. Allí trasladó la ducha, el micro, la cama y el ropero. A partir de entonces, D. Carlos vivió siempre en el bajo, metido en su ascensor.

Años ha.

Había un castillo y en el castillo un ángel y en el ángel no había un corazón.
También había un niñito, de cara guapito, tirando a bonito, se llama Juanito y llama la atención.
Juanito el albino, de costumbres era fino y de aspecto fortachón.

Juanito tenía sombrero de pico, pico de pato y patas de gato.
Juanito tenía pico de oro, pinta de moro y lengua de loro.

Juanito es peculiar de nacimiento. Nació a los cuatro años y cuando sus padres le contaban, entre sorprendidos, enfadados y divertidos que creían ser estériles tras cuatro años de intentos, él contestaba, tímido y sonriente, que no sabía porque lo había hecho, pero que se habría quedado un poco más si le hubiera durado el papel higiénico.
Ahora, a los 30 años no le da importancia: "cosas de niños", dice.

Juanito creía que si se asomaba por la ventana de la cocina vería Manhattan. Cuando creció y descubrió la sosa realidad de su patio interior le quedó el consuelo del patio, que peinaba edificios con grandes ventanales que se interponían entre él y luces florescentes... pero no era lo mismo.

Un buen día que dice la expresión y un mal día hablando con precisión, Juanito tapose, del pelo tirose y un poco creció.
Se rió de Jose, después apretujose y así adelgazó.
Se pegó un susto, blanco quedose y así se marchó.

Vestido de mago, con sombrero de copa, y albino de faz,
salió
Pintado de blanco, negra la ropa, a pasear en paz.

De copa el sombrero, de blanco y de negro,
bufanda y guantes albos y unos zapatos calvos.

No en este, sino en el Otro, citose con un Lord, encontró una mujer gato y empezó la seducción. Un poco de aburrimiento y al empezar la violación, se mostró una aparición... (insertese pausa dramática y sonido ascendente aquí). ¿Qué sería de las uñas del gato? ¿A quién le importaban sus largos bigotes?

Era el ángel sin corazón.

Preso

Tic, tac, tic, tac...me estoy volviendo loco.
En mi aislamiento, en mi soledad que pinta eterna, "Tic Tac" ya no significa nada.
Para mi el tiempo detúvose aquel día de Otoño, cuando las nubes negras contagiaron su color al amarillo de Octubre. La obscuridad que me envolvió se instaló conmigo y tornose en gris perpetuo al despertar entrerrejado.

No sé cuanto tiempo llevo en este nosédonde, no sé cuanto me resta de estar restado ni me importa por que lo estoy. Quiero salir, pero ni siquiera me atrevo a volver a levantar la vista de la suciedad del suelo y enfrentarla con las paredes que rodean mi encierro. Quiero pensar que este gris es una luz extraña proveniente de un cielo nublado y que no es causa de este cruel encierro que me mantiene incluso lejos de una ventana que me permitiera, al menos, ver la luz del Sol.

Tampoco sé por qué iba a gastar mis fuerzas en repasar los muros desnudos que se levantan más allá de los barrotes o en no apartar mi vista de los escasos alimentos y bebida que me quedan.

Sólo Dios sabe si volverán a traerme comida, si volveré a ver un ser vivo por este yermo o si abandonaré esta existencia, que de tan baldía se ha tornado en el más doloroso de los castigos, sin más compañía que mi propia respiración. Sólo Dios sabe si moriré de hambre y de ansia de libertad o si, por el contrario, volveré a cantar bajo la lluvia agradeciendo eternamente mi libertad a quien se hubiera apiadado de un vulgar canario.

Cuento sobre Piaget para marionetas

Personajes:

Narrador
Bruja
Princesa
Niño de 18m
Niño de 24m
Niño de 4
Niño de 7
Juanobi


Narrador:Había una aldea y en la aldea un castillo y en el castillo una bruja y en la bruja no había un corazón.
También había un mago, llamado Juanobi, al que unos llamaban Juan y otros sólo obi.

Bruja: Ja ja ja, el mago Juanobi se ha ido a Achenar, a una conferencia de brujos y los guardianes de la princesa están entretenidos viendo los dibujos.
Yo de dibujos no sé, pero de maldades muchas /*Se lleva una mano a la boca*/.
Voy a secuestrar a la princesa y pedir un cuantioso rescate, voy a llenar mis huchas disfrutando del embate*. Pero que mala, pero que mala soy, muahahahaha.

/*Se va volando. Aparece arriba a la derecha. Abajo a la izquierda aparece la princesa, se da la vuelta y la mira mientras se acerca*/

Princesa: Por ahí viene alguien, ¡Que bajo vuela! Y no es mi abuela. ¿Quién será? ¿Será la quesera? Ay, que se acerca, vamos a impactar, nos la vamos a dar, corro que me las pelo, como si allá lejos me ofrecieran un caramelo.

/*La bruja la agarra del pelo y se la lleva volando. La princesa grita, la bruja se ríe Baja el telón*/

Narrador: Nos trasladamos a una celda, donde dos niños descansan. El que está de pie, tiene 18 meses, el que está dormido 24.

Princesita: (En Off) : Socorro socorro, me ha secuestrado una bruja y me quiere abrir la panza. Ayudame Obi, Juan, Juanobi, eres mi única esperanza.

Niño de 18m: ¡Oh, no! Oigo a la princesa, suena cercana y se queja.
Seguro que la bruja Piruja la ha secuestrado . Seguro que ha sido la bruja mala la que la ha encerrado. Esta vez no es por salvarme a mi, es por salvar a la princesa. He de salir de aquí y poner a esa bruja tiesa. Como estoy en la quinta etapa del periodo sensoriomotriz, intento abrir la puerta hasta con la nariz, no sólo hago hago un intento, pruebo una vez y pruebo hasta ciento, exploro hasta que me canso, estoy experimentando aunque alguien piense que hago el ganso.
Despierto a este niño, de meses 24 /*Le despierta*/, le despierto y le ruego: “Hagamos un trato”
Mira que aquí estamos bien, tenemos muebles del todo a cien, pero no es por nosotros por los que hemos de huir, es por evitar que la princesa se llegue a consumir. Tu estás, hombre infeliz, en el periodo sensoriomotriz, estás en la sexta etapa, deja de hacer un sayo de tu capa, ahora ya puedes hacer imitaciones diferidas, unas tontas y otras divertidas. Yo no consigo abrir la puerta, no recuerdo como la abrío una tuerta. La he intentado imitar, pero ¿a quien pretendo engañar? Hasta la siguiente etapa no seré capaz, si no lo haría con gusto solaz.

Niño de 24m: ¿Qué han secuestrado a la princesa? ¿Aquella princesa hermosa de labios de fresa y piel de rosa? Eso no se puede tolerar. ¡Presto! Hemosnos de escapar.

Narrador: El niño de 24 meses ya puede hacer imitaciones diferidas, así que repite los movimientos que hiciera en su momento la mujer que abrió la puerta. Abren la puerta y escapan.

/*El niño de 24 meses pega una patada a la puerta. Aparecen ante un foso y un tercer personaje*/

Niño de 4a: ¿Quiénes sois? ¿Qué quereis? ¿Qué haceis aquí, que haceis?

Niño de 24m: Somos prisioneros, estamos atrapados, si no escapamos estaremos condenados.

Niño de 4a: ¿Con lo bien que aquí estamos? ¿Qué os hace decir: “Pues ahora nos vamos”?

Niño de 18m: La princesa está triste.

Niño de 4ª: ¿Qué tiene la princesa?

Niño de 18m: ¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;

Niño de 4a: No me digas ¿Qué adivino? Esa es la razón de que la bruja tomara tanto vino. Está celebrando que la princesa en este castillo sus cabellos mesa. Está celebrando que la niña esté llorando

Niño de 24m: ¡La hemos de rescatar!

Niño de 4a: ¡La vamos a salvar! Más... cese ya nuestra alegría, que si de aquí no salimos no hay tutía, y yo no puedo salir, ¿para que os iba a mentir?

Niño de 18m: ¿Por qué no podemos escapar por la puerta? Está de par en par, está más que abierta. ¿Y tu años ya tienes cuatro? Parece que no los tienes, lo parece un rato.

Niño de 4ª: ¿Pero las puertas no son de madera? Entonces la puerta está bajo esa pecera. Tiene cuatro patas roidas por las ratas y está pegada al suelo con unas pocas de latas.

Narrador: El niño de cuatro años tiene pensamiento trasductivo, esto significa que compara una situación con otra sin pararse a analizarlas. Pongamos un ejemplo sencillo: Si a un niño con este pensamiento, que se da en la etapa preoperativa, le dices que su vecino trabaja en un hotel y más tarde le ve trabajando en el jardín de su casa, el niño pensará que el jardín de su casa es un hotel. Del mismo modo, alguien le dijo que las puertas eran de madera y él, al ver una mesa de madera, la confundió con una puerta.

Niño de 7a (En off): Años tengo cinco más dos, trato a los mayores de usted y a los argentinos de vos. Manejo las operaciones concretas y hago bien las maletas. Niño de cuatro años, ¿Por qué antes no habías hablado?

Niño de 4a: Porque si me oía alguien por loco me habría tomado. ¿No te das cuenta de que no tenía con quien? Hablar con mis chicles de menta no me habría parecido bien.

Niño de 7a: ¿Entonces llevas ahí desde siempre y nunca habías hablado? Liberame, que estoy encadenado.

/*Los niños avanzan, el niño de 7 años encadenado a la pared pone más cerca*/

Niño de 18m: ¿Cómo quieres que en libertad te pongamos si ni siquiera te alcanzamos?

Niño de 7a: No es difícil, seguid mis indicaciones, acercaros a esa tabla llena de “rayones” . Vereis unos cuantos filamentos, unos que se mueven rápidos, otros que se mueven lentos. Tienen bolitas, redondas, pequeñitas, unas separadas y otras más juntitas. Teneis que tirar del filamento de color verde en el que haya más bolitas.
/*El niño de 18m tira de una cuerda*/

Niño de 7a: Pero esa no, melón, has cometido una equivocación, he dicho verde, no roja, ya verá esa bruja cuando la coja

Niño de 18m: No estoy en las operaciones concretas, no puedo fijarme más que en una característica, ya verá esa bruja, que se cree muy mística.

/*El niño de 24m lo intenta*/

Niño de 7a: Tu también te has equivocado, has de tirar de otra cuerda, no de la que has tirado.

Niño de 24m: Es que yo aun estoy en periodo psicomotriz, si fuera más mayor, sería más feliz, porque podría saber que no porque una fila de objetos llegue a más distancia, aunque llegue hasta Francia, tiene más objetos incrustados, que puede ser que estén muy separados.

Narrador: Lo que quieren decir es que, al no estar en las operaciones concretas, no pueden recordar todas las propiedades al mismo tiempo, lo que les ha hecho pensar que, por llegar a mayor distancia, las bolitas eran más numerosas.

Niño de 7a: De esa cuerda has de tirar, presto, corre a probar.

/*El niño de 4a tira de la cuerda indicada por el de 7a y le libera*/

Niño de 7a: Muchas gracias campeón, ya os iba a soltar un sermón. Ahora abramos y pasemos y a la princesa liberemos.

Cantan todos: ¡Viva la resistance!

/*Aparece la bruja*/

Bruja: No liberareis a la princesa que a mi tanto me embelesa. Con los años que tengo, doce, pronto me dará derecho a roce.

Niño de 7a: Así que por ti, niño tonto y caprichoso, fue por quien metieron a la princesa, encerrada en este foso.

Bruja: No podreis pasar de aquí, esta prueba es muy dura, no la resolvereis sin caer en la locura.

Niño de 7a: ¿En que consiste bribón? Confiesalo malandrín, que pronto descubrirás que a la princesa no la haces tilín.

Bruja: Habeis de atravesar esta puerta, teneis sólo una oportunidad, ahora os dareis cuenta de hasta donde llega mi maldad. Esta puerta es especial, no deja pasar ninguna llave, estais todos perdidos, la princesa ya lo sabe. A vuestra espalda, de colores azul y gualda, hay dos llaves, de madera y metal, y a este lado una puerta que parece de cristal. Para abrir la cerradura necesitareis una de ellas, para ver a la princesa, bella entre las bellas. Más sólo una podeis coger, se hará a la otra desaparecer. Al lado de la puerta, por una ventana abierta, hay fuego hasta las alturas y como no podeis hacer conjeturas, no sabreis que pasará si será una o la otra la que más se quemará

Narrador: Muy tristes se quedaron los niños: Como ninguno de ellos estaba en las operaciones formales, no podía hacer hipótesis, así no podían saber si sería la llave de metal o la llave de madera la que resistiría el fuego.

Niño de 7a: Gran idea dejarme atrapar, era la única forma de en tu castillo penetrar

/*Niño de 7a se convierte en Juanobi*/

Todos: ¡Mago Juanobi!

Juanobi: Estoy en las operaciones formales, soy más mayor que estos chavales. Y así me quedaré hasta mi muerte, pues, por desgracia o por suerte, no ha habido otras etapas enumeradas, ni para humanos, ni para hadas. Así que cojo la llave buena, a ver si se acaba esta historia, ya tan larga que no es amena, y a ti, bruja mala, más que pésima, ya no te perdono por vez enésima, te mando con un truco, desde aquí a Pernambuco.

/*La bruja sale disparada mientras grita. Los niños salvan a la princesa*/

Narrador: Una vez la princesa salvada, no tiene sentido continuar esta chorrada. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Quiero irme a casa.

Vaya. No encuentro el interruptor. Por más que giro siempre doy a la pared.
Esto es una pesadilla. La pared se mueve y está en todas partes. Pero no despierto por más que abra los ojos. Vaya.

Ahora, me voy a quedar quieto, voy a quitarme el pijama, si lo consigo, que me está costando mucho y a buscar la luz como si estuviera en calma, aunque estoy histérico.

Por la derecha y la izquierda estoy pegado a la pared. Vale. No estoy en mi cama. Claro. Ni siquiera estoy en mi ciudad. Estoy en Tokio, de viaje por mi cumpleaños con mi novia y unos amigos. ¿La habitación del hotel? Por la parte de delante -¿Arriba?- hay otra pared. Estoy apoyado en un lugar algo mullido, pero no mucho. Las paredes son mullidas, pero no mucho. Sigo la forma de las paredes. Por arriba es muy estrecho. Se va agrandando, curvado. Luego las paredes se dirijen la una a la otra, sigo con los pies, pues la pared de delante no me deja flexionarme. No hay duda. Estoy en un ataud. Empujo la tapa. No se mueve. El ataud está cerrado. ¡Maldita sea!. Si estuviera muerto no me intentaría escapar.

Tiene que ser una broma. No recuerdo lo último que hice.

Grito. Nadie contesta. Fuera hay un silencio, nunca mejor dicho, sepulcral. Puedo respirar. Algo es algo. Quizá estén gastándome una broma, o hayan pensado que estoy muerto porque no hayan podido despertarme y esté en el tanatorio. Vendrá alguien, al menos para cuando vayan a enterrarme. Enterrarme. ¿Y si ya estoy enterrado? Coño. Este ha sido el escalofrío más grande que he tenido nunca.

Pedí, bromeando una vez con los amigos -No pensaba... no pienso morirme ahora. No soy joven, ya tengo 25... pero tampoco tengo edad de morirme joder coño-, que si me moría, me enterraran con un portatil conectado a internet para escribir el blog con más audiencia del mundo. No lo han hecho. Puta mierda. Puta mierda. Vuelvo a gritar. Vuelvo a gritar. Nada.

...

Hay un objeto. Lo palpo. ¿Es una Gameboy? Es un móvil. ¡Parece mi móvil!. Lo enciendo. ¡Es mi móvil! Gracias. Gracias Dios gracias gracias. ¡Hay cobertura!. Gracias, gracias gracias gracias gracias gracias.

Tiene una notita en la parte de atrás, donde la batería. La saco, la leo. Es de Lucía. Dice que como nunca me separaba del móvil me entierra con él. Se lo agradeceré con creces. Llamo al 112. Voces en japonés. Llamo a mi madre. No tengo saldo. Llamo a un número al azar, para comunicarme en inglés. Nada. Llamo. Tengo que conseguir hablar con alguien, no puede ser tan difícil. Llamo, llamo... nada nada nada. Otro número. Nada. A mi novia... no tengo saldo. ¡Descuelgan! Gracias Dios gracias gracias por darme esta sangre fría. Es una máquina. Cuelgo. Pruebo otro. Ya no tengo saldo... o eso debe decir la voz en japonés. No tengo saldo. Sólo oigo una voz en japonés. La oigo, una y otra vez, llame donde llame. La batería se acaba junto con el aire... y llamo a más números, sin esperanza, para oir una voz que me hace compañía. La misma voz, las mismas palabras. Seguro que es una chica joven. ¿Cómo será su aspecto? ¿Durará encendido el móvil más que yo? ¿Dónde estará Lucía? ¿Porqué estoy aquí enterrado? mierda, mierda, quiero irme a casa, por favor Dios, por favor, por favor.... pierdo la consciencia. Mi móvil se apaga.